Air Suspension Specialist 5 señales de un compresor neumático defectuoso de Range Rover Sport L320
Es difícil superar el lujo que encontrará en el Range Rover Sport de la primera generación. Después de todo, el vehículo no sólo tiene un aspecto inconfundible, elegante y escarpado, sino que además tiene lo que hay que tener para andar por cualquier camino, sendero o zona peligrosa sin inconvenientes. Su todoterreno le debe ese andar suave al sistema de suspensión de aire. Pero si una pieza como el compresor de aire se avería y Ud. se queda de brazos cruzados, todo ese lujo se irá al garete al instante. En esas condiciones, cada viaje en coche se vuelve incómodo y peligroso.
Hoy, veremos las señales que indican que debe reemplazar su compresor de aire para recuperar sus viajes deportivos y cómodos lo antes posible. Una vez diagnosticado el problema, solicite hoy mismo su compresor para la suspensión neumática de su Range Rover Sport L320 en línea en la tienda en línea de AEROSUS.
¿Cuáles son los cinco signos de un compresor de suspensión neumática defectuoso?
1. Hundimiento cuando está estacionado
¿Nota que su Range Rover Sport se inclina hacia un lado o en un ángulo cuando lo deja estacionado por las noches? El problema suele manifestarse a través de su compresor de aire: éste no hace circular aire a través del sistema de suspensión neumática. Generalmente, el hundimiento se produce cuando los airbags no se llenan de un lado, ya sea por una fuga o por que el compresor de la suspensión neumática no está funcionando. Esta inclinación no solo es antiestética, sino que además se traduce en un andar brusco e inestable en la carretera. Es decir, la conducción se verá degradada tanto en términos de confort como de dominio de su vehículo.
2. Su compresor de aire funciona sin parar
Si nota que su compresor de aire no deja de funcionar, conviene echarle un vistazo más de cerca a su sistema de suspensión neumática. A veces, esto es una señal de que el compresor de aire ya no funciona como Dios manda. Puede ocurrir también que la causa de la fuga se encuentre en las balonas de suspensión neumática. Eso hará que dentro de muy poco tiempo el compresor colapse. Como sea, el problema debe resolverse lo antes posible. Si deja pasar el tiempo, acabará teniendo que reemplazar todos los componentes de su sistema de suspensión neumática.
3. El compresor no se enciende en absoluto
El problema diametralmente opuesto de la señal #2: su compresor sencillamente no se enciende. Es difícil determinar la raíz de este inconveniente, puesto que puede atribuírsele a un mal funcionamiento o a la antigüedad. Una cosa es segura: si este componente no se enciende, seguramente será una señal de que el compresor colapsó, y más vale reemplazarlo cuanto antes y no quedarse sin suspensión neumática estando al volante de su coche.
4. Andares ásperos e incómodos
Cuando su compresor de aire deja de funcionar, todas las demás piezas de la suspensión también dejan de funcionar, lo que significa que tendrá dificultades en cuanto al control de su vehículo en carretera. Notará asimismo un balanceo adicional cuando intente frenar que será extremo cuando pise el acelerador, e incluso una inclinación incómoda (si no gira por completo) cuando tome una curva cerrada.
5. Fuertes golpes y ruidos al conducir
¿Oye ruidos extraños cuando conduce, algo así como chirridos, chillidos, zumbidos molestos o algo por el estilo que le llame la atención? Esta clase de ruidos fuertes suelen ser el reflejo de problemas en el ventilador de su compresor de aire. De nuevo, lo mejor que puede hacer es solucionar este problema y reemplazar el compresor de la suspensión neumática.
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